Según el libro “Especies amenazadas de Chile” (1), la Biodiversidad es “el conjunto de todas las formas de vida de nuestro planeta en sus tres niveles de organización: genes, especies y ecosistemas”.
Dalila Briones (21), estudiante de Biología Ambiental en la Universidad de Chile e integrante de la Red por la defensa de la Quebrada de La Plata, nos lo explica
“Biodiversidad es toda la vida que tú puedes encontrar, desde animalitos hasta plantas, pasando por invertebrados, mamíferos, algas, musgos, todo”. “A mayor diversidad —agrega— es mayor la complejidad de la red trófica, y por lo tanto es mayor la complejidad del ecosistema”.
La Red trófica (del griego throphe: alimentación) o alimentaria “es un diagrama que explica las relaciones de alimentación que existen entre las diferentes plantas y animales de un ecosistema” (2).
La afectación de un animal o planta incide sobre toda la red trófica o alimentaria. “Intervenir el ecosistema es vulnerar o ponerse en medio del flujo normal que tiene”, puntualiza Dalila.
Quebrada de La Plata
“La quebrada de La Plata es un ecosistema regulador de temperatura, donde habita una fauna endémica, una flora endémica. O sea, esa fauna y esa flora están ahí por todas las condiciones que se dan: de altura, de clima…”. Endémico significa “Propio y exclusivo de determinadas localidades o regiones” (3).
Algunos ejemplos de fauna endémica de Chile que se encuentra en la Quebrada de La Plata son Cururos, Degu, Iguana chilena.
Hotspot
El término hotspot (en español, “punto caliente”) fue acuñado por el ambientalista británico Norman Myers a finales del siglo pasado, y alude a zonas de elevada biodiversidad con gran cantidad de especies endémicas, cuyo hábitat original se ha visto disminuido en importante medida (4) y (5).
“A lo largo de toda la zona central de Chile se encuentra un hotspot que se llama “Bosque templado valdiviano lluvioso”, señala Dalila.
En él se encuentra comprendida la Quebrada de La Plata. “Acá en Santiago (valle del Mapocho) tenemos dos quebradas, la quebrada de Macul (precordillera) y la quebrada de la plata (Cordillera de la Costa)”, acota.
“Nosotros tenemos hartos tipos de matorrales, que tiene que ver con el comportamiento que tiene el árbol frente al clima. Algunos árboles necesitan desprenderse de sus hojas, hay otros que necesitan sus hojas… Lo que hay en la Quebrada de La Plata es un bosque esclerófilo, flora que no bota sus hojas. Sus hojas son gruesas y en ellas guarda agua, humedad, para mantenerse durante todo el año. Porque el agua que encontramos en la quebrada de la plata solo se da cuando cae la lluvia”.
“Son hojas duras, que si tú las doblas se rompen, porque tienen mucha agua dentro. Entre las especies que encontramos están el Quillay, el Litre, el Peumo, el Guayacán”.
Fuente: La Batalla
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